El inseparable enmascarado o inseparable cabecinegro (Agapornis personatus) es una de las nueve especies de Agapornis,aves de la familia de los loros (Psittacidae). Es nativo de las regiones nororientales de Kenia y Tanzania. Es ampliamente criado en cautiverio como mascota o ave de jaula. Es uno de los inseparables más resistentes y comunes en el mercado de aves, muy atractivo por su sorprendente aspecto.
Nombres
Su nombre genérico viene del griego agape, amor, y ornis, ave, es decir, ave del amor. En inglés lovebird, el nombre común para el género, significa lo mismo. En España y otros países el género es más conocido por agapornis como nombre común. El términoinseparable es una traducción al español del nombre inglés, que indica muy bien la afectuosidad de estas aves, que forman pareja para toda la vida. Se le llama enmascarado porque su coloración y los ojos le dan la apariencia de tener una máscara.
Características
El inseparable enmascarado está entre los Agapornis más pequeños. Su tamaño promedio es de entre 12,5 y 15 cm. Es una especie con muchas variantes de colores, debidas a mutaciones. Su principal característica es el color negruzco o castaño casi negro de la cabeza, con cada ojo rodeado de un anillo blanco grande, por lo que parece estar enmascarado. El pico es rojo brillante. La forma silvestre tiene el cuello y la parte superior del pecho de color amarillo, y a veces toma un tono anaranjado al frente; el resto del plumaje es en su mayor parte verde. El vientre es más claro y en las alas tiene las plumas de vuelo negras. Hembra y macho son similares. La variedad azul tiene colores azul y blanco en donde el silvestre tiene colores verde y amarillo respectivamente. Hay formas con la máscara de color azul llamados a menudo “cobaltos”. Los inmaduros tienen colores más pálidos.
Avicultura
Como con cualquier mascota, es esencial que el futuro propietario se asegure de que el ave que va a adquirir haya sido reproducida en cautividad, y no tomada de la naturaleza. Además de las razones conservacionistas y éticas, los animales de origen silvestre son más propensos a enfermarse y morir. Se puede optar por conseguir un inseparable “papillero” (se llama así a los que aún no comen solos y han sido sacados del nido para ser criados a mano). Lo ideal es que para iniciar este proceso el polluelo tenga de 20 a 25 días de nacido; antes necesitan defensas de los padres y después puede que no se adapten al dueño. Durante el mes y medio posterior habrá que “empapillar” (alimentar) al polluelo con una jeringuilla mediante 3 o 4 tomas al día, siempre que el buche se muestre vacío. Para ello se puede usar papillas de venta en tiendas de animales destinadas especialmente a la crianza a mano de los “papilleros”. Durante este tiempo también es muy importante que el polluelo tenga una fuente directa de calor que simule el calor que recibiría en el nido. Si se dedica este tiempo a la mascota se conseguirá un animal muy cariñoso y obediente.
Alimentación
Requiere una dieta variada, principalmente de semillas y fruta o vegetales frescos. Los mejores vegetales y frutas para alimentarlos son los de colores verde o amarillo. Verduras de hoja, como la lechuga “romana”, son también extremadamente beneficiosas, aunque no imprescindibles. No conviene alimentarlos con nada salado, con lechuga “iceberg”, ni con nada que contenga cafeína o chocolate. El aguacate (o palta) y algunas otras frutas de esa familia son venenos efectivos para los loros en general.
Requerimientos sociales
Debido al significado del nombre de este género, la gente tiende a creer que los inseparables, cuando están en cautiverio, viven mejor formando parejas, lo que no siempre es cierto. Como otras psitácidas, son aves muy sociales que pueden apegarse a compañeros humanos cuando se les brinda mucha atención y cuidado. Como todos los inseparables, pueden ser grandes mascotas si su dueño está dispuesto a dedicarles tiempo, y especialmente si son adquiridos y alimentados a mano desde muy temprana edad. En estas condiciones pueden ser muy interactivos con las personas de su preferencia y, cuando están cómodos en su compañía, se posan de buena gana sobre sus hombros o en las manos, se acurrucan a ellas o las acicalan. Esta relación puede extenderse hasta 20 años, que es lo que pueden vivir estas aves. Si están solas en la jaula serán más dependientes de su dueño y requerirán varias horas diarias de interacción. Como son aves extremadamente sociables necesitan interactuar con humanos u otra ave para su bienestar emocional y físico. Si están acompañadas por otra ave le prestarán más atención a ésta y tenderán a ignorar más al dueño.
Vocalización
El inseparable enmascarado es, como todos los inseparables, un ave muy vocalizadora: produce gritos muy intensos y de tono alto, pero no es exageradamente ruidoso. Los inseparables raramente hablan, pero existe la posibilidad de que aprendan a imitar el habla humana si se les enseña desde muy jóvenes. Es importante recordar que nunca se debe tener la expectativa de que un ave pueda hablar. Cuando un ave habla hay que considerar esto como una bendición extra.
Jaula
La jaula para un ave sola debe ser de al menos 50 cm por cada lado; de otro modo, se sentirá hacinada y se le podrían dañar las plumas de la cola al chocar contra los barrotes. De cualquier forma, si la jaula es algo pequeña se tiene que mantener todo el tiempo al ave suelta en la casa, para que no se sienta mal. Resulta cruel mantenerlas en jaulas donde no puedan volar libremente. Se le deben poner al menos tres juguetes o cosas en la jaula con los que puedan entretenerse y mordisquear mientras el dueño se encuentre ausente o pronto se aburrirá y tendrá problemas de conducta y pérdida de plumas. Disfruta mucho de tomar baños diariamente y asolearse para secarse. Es un ave muy activa y le encanta morder cosas. Cuando se la deja fuera de su jaula es sabio vigilarla atentamente y proteger cualquier mueble, cable eléctrico o cualquier cosa a la que pueda morder.
Temperamento
Las hembras son más ariscas que los machos, demoran meses y hasta años para tener confiaza total en su dueño.
En cautividad es conveniente dejarles hojas para que muerdan y rompan haciendo tiras y llevando al nido. Les gusta la música, así que cuando el dueño está ausente es conveniente dejarles música para habituarlas a las palabras; algunos hasta bailan con sonidos que les gustan. Son muy tiernos y compañeros ideales. No se les debe dejar sueltos con ventanas abiertas porque, aunque tal vez ellos no quieran irse, el instinto o ver otra ave volar los hará partir y al querer volver se perderán, y esto es condenarlos a una muerte segura porque, al estar acostumbrados a vivir en cautividad, no saben buscar alimento. Cuando no están en etapa de crianza se la pasan limpiándose y acicalándose la mayor parte del tiempo. Como cualquier psitácida, prefieren vivir en pareja con otro Agapornis de su misma especie y sexo contrario (o dos machos, como mal menor; nunca dos hembras, por ser éstas de carácter fuerte y territorial), independientemente de la relación que tengan con el dueño humano (que será más afectuosa si el animal ha sido criado a mano desde polluelo; esto es, si es “papillero”).
Reproducción
Esta especie es, entre los Agapornis, la que más pronto acude al nido. Puede reproducirse todo el año, excepto cuando la hembra muda. Ésta pone normalmente 4 huevos, y el macho hace mucha compañía a su pareja. Suele ocurrir que se emparejen aves del mismo sexo, porque resulta difícil distinguirlos. Esto puede remediarse observando las conductas: si ninguna de las dos va al nido es que son dos machos; si ambas llevan material al nido es que son dos hembras; si una lleva material y la otra la alimenta es que son un macho y una hembra. Cuando se los elige, una solución para este inconveniente pude ser escoger dos aves muy diferenciadas en complexión y talla, ya que la hembra suele ser de tamaño algo mayor.
Los polluelos son muy propensos a lastimarse cuando salen del nido porque, aunque salen bien emplumados, son incapaces de volar. Para evitar lesiones conviene acolchar la jaula debajo de la salida del nido. Sus alimentos deben ser variados, pero húmedos. Antes de dos días podrán comer ya solos. Luego de dos semanas deben adaptarse paulatinamente a la alimentación seca para evitar que engorden demasiado.
Los Agapornis de distintas especies se pueden reproducir entre sí, pero su descendencia híbrida es a menudo estéril.
Nido
El receptáculo para el nido debe ser grande, porque los inseparables enmascarados lo forran continuamente con pedazos de ramas y corteza. Necesitan humedad en el nido, por lo que, si el ambiente es seco, su tronco o caja debe ser mojado externamente.
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